Para
conocer los orígenes del Taekwondo, debemos remontarnos alrededor del año 57 A.C.
ya que de acuerdo a estudios arqueológicos realizados durante el año 1935 por
cuenta del historiador japonés Tatashi Saíto, en la región de la antigua Manchuria,
territorio que actualmente ocupan Corea del Norte y Corea del Sur, se pudo
establecer que por aquellas épocas los
antepasados se situaban en forma tribal destacándose tres reinos que fueron; la
dinastía Sil-La al sur como ya mencionáramos allá por el año 57 A.C., la dinastía Koguryo al norte por el año 37
A.C. y más tarde la dinastía Paekche alrededor del año 18 A.C. al igual que Sil-La,
también al sur.
Esos
descubrimientos muestran por un lado que en las tumbas reales de Mu Yong Chong
y Kak Chung Chong construidas durante la dinastía Koguryo, se puede ver una
pintura en un techo que representa a dos
hombres enfrentados en clara posición de lucha, mientras que en la torre del
“Gigante Kumkang” del templo Pulkuksa, correspondiente a la dinastía Sil-La, hay imágenes budistas talladas en piedra que
muestran a dos gigantes en una postura similar a la de practicantes de artes
marciales.
De acuerdo
a distintos documentos, entre ellos el
“Samguk Yusa” (el más antiguo documento de la historia coreana), se conoce
sobre la unificación de los tres reinos,
donde predomino la dinastía Sil-La en función de contar con los servicios de
los guerreros Hwarangdo.
LOS GERREROS HWARANGDO Y LOS MONJES BUDISTAS
Según
estudios realizados, nos podemos encontrar con distintas versiones en cuanto al
inicio de las artes marciales, pero coinciden en hacer como la más fehaciente
la que menciona a un grupo de monjes budista que partieron de India hacia Asia
Oriental para difundir sus conocimientos, perfeccionando a cada pueblo, de
acuerdo a sus características física y a
las del territorio que habitaban cada uno de ellos.
EL
HWARANG
El Hwarang fue una suerte de liceo, reservado a la
formación de los jóvenes de la nobleza de la dinastía Sil-La, estos jóvenes eran adiestrados en el arte de
montar transformándose en eximios jinetes como así también en el uso de la espada,
la arquería, la lanza y la lucha cuerpo a cuerpo, aquí justamente con la práctica
de esta lucha cuerpo a cuerpo nos encontramos con los primeros antecedentes del
Taekwondo ya que los alumnos se fortalecían física y mentalmente con las enseñanzas
de los monjes budistas de sistemas denominados Soo Bak Do y Tae
Kyon.
Los
guerreros Hwarangdo fueron muy famosos por su
heroísmo y valor en las distintas luchas
y fue gracias a ellos que Sil-La
pudo doblegar a otros reinos y generar la unificación de los pueblos
en todo
el territorio.
La
organización militar, educativa y social de aquellos jóvenes contaba con un
código de conducta denominado Código Hwarang que se basaba en: 1) Lealtad a la
nación. 2) Respeto a los padres.
3) Fidelidad
al amigo. 4) Valor en el combate. 5) Impedimento de violencia innecesaria o muerte.
Este código
fue reformado muchos años más tarde con la
llegada del Taekwondo y la Asociación Coreana de Taekwondo, quedando conformado de
la siguiente manera:
CODIGO HWARANG
NORMAS DEL TAEKWONDO
Lealtad a la Nación. Lealtad a la patria.
Respeto a los padres. Amor a los padres.
Fidelidad al amigo. Integridad.
Valor en el combate. Hermandad.
Impedimento de violencia Respeto a los
mayores.
innecesaria o muerte. Respeto
al maestro.
Fraternidad.
Controlar la agresividad.
No ceder en la lucha.
Ser responsable.
Entre los guerreros más
famosos podemos destacar, a Kim Jusin, Kwan Chang y Sada Jam, los que hicieron del Soo Bak un verdadero arte, de
esta manera la dinastía Sil-La domino la
península por aproximadamente unos 600 años.
DINASTIA KORYO
Con la llegada de la dinastía Koryo fundada en el año 935, de
donde se conoce más tarde a la península
con en nombre de Korea (en inglés) o
Corea (en español) el Soo Bak, se
siguió practicando como arte marcial pero a la vez se comenzó a practicarlo en
forma de competencia deportiva, en esa época el luchador Yi Ui
Min fue el más famoso, pero esa fama se dio gracias al gran esfuerzo y
dedicación en su entrenamiento físico y mental.
Más allá de
que el Soo Bak se popularizó, el ejército coreano gozaba de un gran prestigio y
era muy respetado por el alto grado de preparación para la lucha, ya sea
montando o mostrando su destreza con la
espada, la lanza, la arquería y el constante entrenamiento del Soo Bak y el Tae Kyon, que aprendieron con los monjes
budistas, el prestigio de estos guerreros en
aquel momento se podía comparar con la de los Samuray del ejército nipón
y este prestigio se debió a la valentía y arrojo mostrado en todas las batallas que debieron
enfrentar.
DINASTIA YI
Esta
dinastía fue fundada por Yi Sung Kye en
1.392, en este reinado el Soo Bak simplemente se popularizo en el pueblo transformándose en un
deporte popular abierto al público, llegando a ser un deporte nacional.
En la
segunda mitad de la dinastía Yi, la que llego hasta las primeras décadas de
1.900, periodo por el que se sucedieron
varios monarcas, y sobrevino una etapa de cambios en la que los feudos propusieron
alentar las actividades artísticas tales como la pintura, la literatura, la
música y otras expresiones y dejar de
lado las prácticas de las artes marciales, hasta que el 29 de agosta de 1.910 durante
la monarquía de Sung Chong se produce la invasión del ejército japonés y
conociendo del poderío de este se ve obligado a firmar el tratado de rendición
entregando el trono para evitar un innecesario derramamiento de sangre.
Durante la
época de ocupación japonesa, en Corea estaba terminantemente prohibido todo
tipo de expresiones culturales,
políticas y religiosas, y las artes marciales obviamente no eran
la excepción, por tal motivo
todas estas actividades se practicaban en forma clandestina y muy a escondidas
ya que si llegaban a ser descubiertos hasta podían llegar a ser ejecutados a la
pena de muerte sin derecho a defensa alguna.
Fue así que
algunos coreanos tomaron la decisión de servir a la dictadura japonesa y hasta
llegar a enrolarse en su ejército.
Esta
dictadura se mantuvo hasta la reunión del “Tratado
del Cairo” durante el mes de diciembre de 1943 donde los presidentes de las tres
potencias mundiales Estados Unidas, Gran Bretaña y China, firmaron el acuerdo de dar fin a la
esclavitud en que se encontraba el pueblo coreano.