miércoles, 3 de mayo de 2017

 Archivo                              1- EL TAEKWONDO Y SUS ORIGENES



Para conocer los orígenes del Taekwondo, debemos remontarnos alrededor del año 57 A.C. ya que de acuerdo a estudios arqueológicos realizados durante el año 1935 por cuenta del  historiador japonés Tatashi  Saíto, en la región de la antigua Manchuria, territorio que actualmente ocupan Corea del Norte y Corea del Sur, se pudo establecer que por aquellas épocas  los antepasados se situaban en forma tribal destacándose tres reinos que fueron; la dinastía Sil-La al sur como ya mencionáramos allá por el año 57 A.C.,  la dinastía Koguryo al norte por el año 37 A.C. y más tarde la dinastía Paekche alrededor del año 18 A.C. al igual que Sil-La, también al sur.
Esos descubrimientos muestran por un lado que en las tumbas reales de Mu Yong Chong y Kak Chung Chong construidas durante la dinastía Koguryo, se puede ver una pintura en  un techo que representa a dos hombres enfrentados en clara posición de lucha, mientras que en la torre del “Gigante Kumkang” del templo Pulkuksa, correspondiente a la dinastía Sil-La,  hay imágenes budistas talladas en piedra que muestran a dos gigantes en una postura similar a la de practicantes de artes marciales.

De acuerdo a distintos documentos, entre ellos  el “Samguk Yusa” (el más antiguo documento de la historia coreana), se conoce sobre la unificación de los tres  reinos, donde predomino la dinastía Sil-La en función de contar con los servicios de los guerreros Hwarangdo. 


LOS GERREROS HWARANGDO Y LOS MONJES BUDISTAS

Según estudios realizados, nos podemos encontrar con distintas versiones en cuanto al inicio de las artes marciales, pero coinciden en hacer como la más fehaciente la que menciona a un grupo de monjes budista que partieron de India hacia Asia Oriental para difundir sus conocimientos, perfeccionando a cada pueblo, de acuerdo a sus características física y  a las del territorio que habitaban cada uno de ellos.

EL  HWARANG

El Hwarang  fue una suerte de liceo, reservado a la formación de los jóvenes de la nobleza de la dinastía Sil-La,  estos jóvenes eran adiestrados en el arte de montar transformándose en eximios jinetes como así también en el uso de la espada, la arquería, la lanza y la lucha cuerpo a cuerpo, aquí justamente con la práctica de esta lucha cuerpo a cuerpo nos encontramos con los primeros antecedentes del Taekwondo ya que los alumnos se fortalecían física y mentalmente con las enseñanzas de los monjes budistas de sistemas denominados Soo Bak Do  y  Tae Kyon.
Los guerreros Hwarangdo fueron muy famosos por su  heroísmo y valor en las distintas luchas  y fue gracias a ellos  que Sil-La pudo doblegar a otros reinos y generar la unificación de los pueblos
en todo el   territorio.
La organización militar, educativa y social de aquellos jóvenes contaba con un código de conducta denominado Código Hwarang que se basaba en: 1) Lealtad a la nación. 2) Respeto a los padres.
3) Fidelidad al amigo. 4) Valor en el combate. 5) Impedimento de violencia innecesaria o muerte.
Este código fue reformado muchos años más tarde con la  llegada del Taekwondo y la Asociación  Coreana de Taekwondo, quedando conformado de la siguiente manera:

              CODIGO  HWARANG                                            NORMAS DEL TAEKWONDO
               Lealtad a la Nación.                                                      Lealtad a la patria.
              Respeto a los padres.                                                   Amor a los padres.
                Fidelidad al amigo.                                                            Integridad.
               Valor en el combate.                                                        Hermandad.
           Impedimento de violencia                                         Respeto a los mayores.
           innecesaria o muerte.                                                   Respeto al maestro.
                                                                                                            Fraternidad.
                                                                                                Controlar la agresividad.
                                                                                                   No ceder en la lucha.
                                                                                                        Ser responsable.

Entre los guerreros más  famosos podemos destacar, a Kim Jusin, Kwan Chang  y Sada Jam, los que  hicieron del Soo Bak un verdadero arte, de esta manera  la dinastía Sil-La domino la península por aproximadamente unos 600 años.

DINASTIA KORYO

Con la llegada de la dinastía Koryo fundada en el año 935, de donde se conoce más tarde a la  península con en nombre de Korea  (en inglés)  o  Corea  (en español) el Soo Bak, se siguió practicando como arte marcial pero a la vez se comenzó a practicarlo en forma de competencia deportiva, en esa época el luchador  Yi Ui Min fue el más famoso, pero esa fama se dio gracias al gran esfuerzo y dedicación en su entrenamiento físico y mental.
Más allá de que el Soo Bak se popularizó, el ejército coreano gozaba de un gran prestigio y era muy respetado por el alto grado de preparación para la lucha, ya sea montando o mostrando su  destreza con la espada, la lanza, la arquería y el constante entrenamiento del Soo Bak  y el Tae Kyon, que aprendieron con los monjes budistas, el prestigio de estos guerreros en  aquel momento se podía comparar con la de los Samuray del ejército nipón y este prestigio se debió a la valentía y arrojo  mostrado en todas las batallas que debieron enfrentar.

DINASTIA YI

Esta dinastía fue fundada por Yi Sung Kye en  1.392, en este reinado el Soo Bak simplemente se  popularizo en el pueblo transformándose en un deporte popular abierto al público, llegando a  ser un deporte nacional.
En la segunda mitad de la dinastía Yi, la que llego hasta las primeras décadas de 1.900, periodo  por el que se sucedieron varios monarcas, y sobrevino una etapa de cambios en la que los feudos propusieron alentar las actividades artísticas tales como la pintura, la literatura, la música y otras  expresiones y dejar de lado las prácticas de las artes marciales, hasta que el 29 de agosta de 1.910 durante la monarquía de Sung Chong se produce la invasión del ejército japonés y conociendo del poderío de este se ve obligado a firmar el tratado de rendición entregando el trono para evitar un innecesario derramamiento de sangre.
Durante la época de ocupación japonesa, en Corea estaba terminantemente prohibido todo tipo  de expresiones culturales, políticas y religiosas, y las artes marciales obviamente  no eran  la  excepción, por tal motivo todas estas actividades se practicaban en forma clandestina y muy a escondidas ya que si llegaban a ser descubiertos hasta podían llegar a ser ejecutados a la pena de muerte sin derecho a defensa alguna.
Fue así que algunos coreanos tomaron la decisión de servir a la dictadura japonesa y hasta llegar  a enrolarse en su ejército.

Esta dictadura se mantuvo hasta la reunión del “Tratado del Cairo” durante el mes de diciembre  de 1943 donde los presidentes de las tres potencias mundiales Estados Unidas, Gran Bretaña y  China, firmaron el acuerdo de dar fin a la esclavitud en que se encontraba el pueblo coreano.